Ufff !! que ganas le tenía.
Este jamón debe estar más que curado, pensareis. La verdad es que han sido unas largas vacaciones en las que he desconectado totalmente.
Pero he de deciros, que el jamón nos lo comimos en plenas vacaciones, por el Canal du Midi, navegando entre pequeños pueblos de la Provenza francesa entre viñedos y castillos.
Transcurridos los 15 das de secado, se notaba por el tacto que ya estaba curado y listo para comer.
Al hacer el primer corte, me sorprendi el aroma que desprenda la carne del pato. Aromatizado por el tomillo y la pimienta, el aspecto al corte era muy apetecible. El color burdeos oscuro de la carne y su aspecto invitaban a probarlo.
De buen sabor, nada tiene que envidiar al que podemos comprar en cualquier supermercado ya loncheado. Creo además, que el poder aromatizarlo al gusto, nos permite personalizar y dar un toque más rústico y casero al producto.
Os recomiendo hacer la prueba.